domingo, 22 de noviembre de 2009

Cuando andaba huyendo del rey de Azcapotzalco — Francisco Puente

Texto tomado del suplemento Laberinto de Milenio http://impreso.milenio.com/node/8676778

De culto: Nezahualcóyotl

Cuando andaba huyendo del rey de Azcapotzalco

2009-11-21•Antesala.

Uno de los géneros literarios de la lengua náhuatl, son los cuícatl, cantos que, como dijo Ayocuan Cuetzpaltzin, “del interior del cielo vienen”; en ellos aflora la poesía concebida como occidente la conoce, son inspiración, ritmo, metro, forma, figura, sentimiento y, por qué no, también magia. Los cuícatl forman un universo completo donde diversos tipos de cantos convergen bajo una misma denominación. Dentro de éste podemos encontrar los xopancuícatl, cantos del tiempo de verdor; los xochicuícatl, cantos floridos y de amistad; los yaocuícatl,
cantos bélicos; y los icnocuícatl, poemas de honda reflexión. Estos últimos son composiciones donde el autor refleja un basto conocimiento del mundo que lo rodea y, sobre todo, de la naturaleza propia del hombre; son, por este respecto, un tanto cercanos a la concepción occidental de filosofía. Los temas que abordan estos cuícatl son la divinidad, el más allá, el tránsito del hombre en este mundo, y la muerte como límite al que se llega inexorablemente; siempre desde una perspectiva alejada, un tanto angustiada y muy razonada.

En De Nezahualcoyotzin cuando andaba huyendo del rey de Azcapotzalco (cabe destacar que el título del texto fue copiado por la misma mano que escribió el poema), no se hace alabanza de la habilidad para esconderse, de asechar o de las pericias de Nezahualcóyotl para escapar del rey de Azcapotzalco; sino que centra su atención en la sensación de ser una especie de desterrado, de su reino y de la propia vida. Haciendo una analogía rápida con la poesía occidental, éste icnocuícatl podría compararse con los afanes de fatalidad del romanticismo. En el canto, Nezahualcóyotl trasciende los tópicos comunes de la poesía náhuatl, y no su propia vida: cuando habla de él en realidad está hablando de todo el género humano. Bien puede ser que en el canto se vislumbre su preocupación por la realidad y la vida práctica, sin embargo también son un diálogo con el mundo que lo rodeaba sobre qué es la poesía. En otras palabras: se puede tener mucha experiencia erótica, vivir un amor apasionado y padecer muchos problemas con los casi ciento veinte hijos que se le atribuyen, sin que eso jamás pudiera volverse poema, o al menos algo poetizable. El poeta prehispánico se hace grande al tratar todos estos temas tocado por la musa poética. En general el canto donde el personaje lírico tiene un sino de fatalidad desde el inicio, se podría resumir en: 1) Todo es mejor antes que estar vivo, pero como ya se está vivo, ni modo hay que lamentarse. 2) Vivir entre hombres y en este mundo tan “cruel” es lo que mantiene en vilo al espíritu, que prefería mil veces el estado anterior. 3) Cuando todo está perdido, la poesía (fantasía, magia, etcétera) aparece como redentora. Y 4) Conclusión filosófica: Todo es efímero excepto dios, todo lo que sea cercano a dios perdurará. Dios podría ser el símil de la poesía como redención. «O nen notlacatl. Ayahue/ o nen nonquizaco/ teotl ichan in tlalticpac/ Ninotolinia. Ohuaya. Ohuaya». [En vano nací,/ en vano salí de la casa del dios a la tierra:/ ¡soy un desdichado!]

Francisco Puente • pakonet1@gmail.com

No hay comentarios: