martes, 3 de marzo de 2009

1 — Juan Domingo Argüelles

El mar siempre regresa;
sus montañas saladas se alejan
pero vuelven,
abren las cicatrices de la arena,
rebosan de infinito los ojos que lo miran.

El mar regresa siempre
porque siempre está solo;
vuelve a buscar las playas.
Regresa.
Sabe que te hallará porque los que están solos
saben que alguien está siempre esperándolos.

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